martes, septiembre 04, 2007

Civil War 2


La máscara es la huella suave del héroe, la marca dulce, o unos ojos para mirar tras sus ojos, un color para el cristal con que se mira. La máscara es la belleza del ausente, el hombre tras la cortina o el as en la manga. Peter Parker es Spiderman. Lo sabíamos nosotros porque así se llamaba una de sus colecciones, pero no lo sabían la mayoría de los personajes ficticios al otro lado de la máscara, de esos ojos blancos polarizados. Peter Parker se ha quitado la máscara y ha dicho a todo el mundo que es Spiderman, que no se arrepiente de ello y está orgulloso. Peter Parker es Spiderman y se ha quitado la máscara sin saber dónde va pero sabiendo muy bien dónde no va a poder volver nunca. Ni al instituto. Ni a la redacción del Daily Bugle.
Peter Parker se ha quitado la máscara, quizá animado por Tony Stark, que quizá sea un pepito grillo corrupto.
Peter Parker rompe con su pasado mostrando su mayor secreto, quizá su mayor virtud, su mayor encanto o su mejor arma. Rompe con su pasado y arrastra con su máscara muchos de sus recuerdos, ya irrepetibles... no sabe dónde va, pero sí dónde no va a volver nunca. Arrastra con su máscara a forma de saco parte de lo que es, gran parte de su libertad y toda su intimidad.
Peter Parker se quita la máscara en público, y mete en ella los más jugosos gusanos... los mejores reclamos pero sin anzuelos para sus enemigos.
Y hay quien le odia. Y hay quien le mataría. A él y a ellas.
Peter Parker se quita la máscara, disfrazando a su libertad y su intimidad con las más elegantes camisas de fuerza y poniéndose el traje de moda que marca Stark y el registro.
Peter se quita la máscara y ya casi nadie puede mirarlo a la cara.