jueves, noviembre 12, 2009

Daredevil: Cruel e Inusual (MK DD Vol II, 35-38 )




Sopla un aire mistral que dibuja en tu cara el pozo en el que estás hundido. El sabor amargo a sangre en tu boca vuelve a encender la mecha de tus puños. No sabes si la sangre es tuya por lo fuerte que estás apretando los dientes o si es de los tipos a los que estás dándoles una paliza. El olor a miedo y retirada de estos tipos cuando Cage te det¡ene te reinventa y carga de nuevo de pólvora tus puños sin miedo. Qué error es golpear con puños sin miedo la piel impenetrable de Luke pero al menos te pone a ti y a lo que te rodea en su sitio.

Necesitas un ancla o un punto de apoyo, necesitas un volver atrás para saltar adelante. Necesitas salir de las arenas movedizas en las que está tu vida y volver al camino que conoces. A la tierra que manejas y donde mejor pisan tus pies.

El perfuma a Milla agudiza el hambre de las hormigas-termina que bajan a tu estómago buscando algo que devorar. Te retuerces porque no ves salida, porque tener tu radar es como tener un tío en Graná, ¿de qué te sirve?

Necesita ponerte el guante que mejor calzas, el traje que te hiciste a medida para luchar contra las injusticias. Necesitas un puñetazo sin miedo en la mesa, necesitas el sabor amargo de tu propia sangre y no la de la gente que apaleas.

Necesitas un caso y volver a ser el abogado impecable e implacable que una vez fuiste. Y calzarte como un guante el traje a medida de abogado, y no el rojo, que tienes guardado en algún rincón de tu alma.

Sé tú y haz lo que mejor sabes hacer.

Sé Murdock.

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