martes, abril 06, 2010

Batman: La Broma Asesina






La fuerza de un hombre radica en su pasión y en sus convicciones. La cordura de un hombre puede pender de un hilo más fino que un pelo de mi poco poblada coronilla o estar amarrado a una soga tan fuerte como su pasión o sus convicciones. La fuerza de un hombre se mide en cómo actúas en situaciones límite. En cómo encaras tus miedos y tus miserias. La cordura de un hombre es el mismo hombre: se tambalea cuando tú te tambaleas y te afianzas cuando tu cordura se afianza. La fuerza de un hombre se basa en saber devolver los golpes y las palabras. La cordura de un hombre se basa en encajar los golpes y los éxitos. La fuerza de un hombre es no rendirte. La cordura de un hombre es digerir que si te rindes también hay un mañana válido. La fuerza de un hombre son los puños y los planes, los nudillos y la estrategia. La fuerza de un hombre es la solidez del alma. La cordura de un hombre es levantarse, poner la otra mejilla y aceptar lo que viene. La cordura es el vínculo maravilloso a la realidad. La fuerza es el aliento y el soplo. La cordura es el seguir adelante por cualquier camino. La fuerza eres tú y la cordura quien te rodea.

La vida marca, qué duda cabe, tiende trampas feroces que te producen heridas y cicatrices. La vida de un hombre que lo pierde todo es el punto de inflexión ante qué camino seguir. Volverse loco es terrible después de perderlo todo pero mantenerse cuerdo y seguir apostando a las mismas cartas lo es aún más. Perder la cordura no es perder la fuerza, ni la capacidad, ni el plan, ni la estrategia. Es perder la pasión, y la convicción, y el vínculo.

El Joker tiene la fuerza, y la lucidez, y la chispa, y el macabro sentido del humor. Incluso tiene una magnífica cámara fotográfica y un talento para hacer fotos. Pero no tiene un lazo al que aferrarse a este lado de la cordura y el espejo. Sobre el que ve reflejado a un Gordon que se mantiene firme, agarrándose al clavo ardiendo de sus creencias, pasiones y convicciones.

El joker ríe amargamente porque tiene el plan pero no los resultados esperados. Esta vez, la cordura ha ganado el pulso a la fuerza.

No hay comentarios: