sábado, febrero 20, 2010

Ultimatum Spiderman: Réquiem


Con Ultimatum Spiderman Réquiem se cierra el cruce del arácnido ultimizado con la nefasta saga Ultimatum. Y se cierra esta saga con un número brillante, redondo y desgarrador. Este número basado en lo cotidiano, en lo cercano, dejando a un lado los superpoderes y sacando a relucir muchas de las mejores armas del héroe arácnido. Su mayor poder es su responsabilidad, interpreto en este número. Sus puños son sólo los puntos y las comas de las frases que forma con su responsabilidad, con su compromiso a su eterna deuda pendiente con su tío Ben. Spiderman es el héroe del pueblo, de los que vamos en autobús y en metro, de los que se parte la cara con un carterista y con Galactus. Contamos con sus nudillos y con sus mejillas. Y con su aliento. Y con sus redes. Spiderman ha muerto, al menos eso dice la CNN, y el brillante giro de esta muerte acaba con J. Jonah Jameson escribiendo la necrológica del alter ego de Peter Parker. La cara de espanto del editor que consigue plasmar el dibujante es la misma cara de espanto que hubiese puesto yo si tuviese que realizar la tarea de Jonah.
Ultimatum Spiderman: Réquiem no es cualquier otra historia de Spiderman. Es una historia de su red y su influencia. De su marcada influencia al mundo. Es también la historia de un desolado Jonah, de sus temores y demonios que lo asolan, que lo desalan y descolocan, es la historia de un hombre que descubre su propio autoengaño, que descubre que se creía veraz y sólo era un diente más de un engranaje lucrativo. Descubre que no ha sido fiel ni a sí mismo ni a su oficio. Que nada por lo que luchaba era digno de lucha. Descubre que su mujer y su familia ha muerto, pero el golpe más duro que recibe es que se descubre vacío, sin espíritu. Se descubre pelele. Y se desprecia. Una gran ventana le muestra lo mísero de su anterior vida. No tiene familia y no se tiene a sí mismo, pero recibe una posibilidad de desquitarse de sí mismo, se le aparece la oportunidad de escribir un artículo más sobre Spiderman. Esta vez sincero. Hablando de lo heroico de Spiderman. Hablando de sus errores y sus miedos.
Porque el miedo, querido lector, aparece en más de una página de este gran cómic, aparece en los rostros y en las viñetas, en los bocadillos y en los gestos. El miedo a lo no conocido, a lo no entendido. El miedo sin respeto a la desolación, a la enorme soledad que nos abofetea. El miedo a quedar en manos de la nada, de quedar a los pies de unos caballos locos y desenfrenados.
También esta historia es la historia resumen de Hulk, de sus miedos y sus errores. De quién es Hulk y por qué es Hulk. Del precio a pagar por su error, cosa de la que sabe mucho Spiderman. Del miedo a sí mismo y a la bestia. Del miedo, de nuevo, a la perpetua soledad que se le agarra como una lapa.
Ultimatum Spiderman: Réquiem es el fin de una etapa y el comienzo de una nueva que nace con cierta esperanza tanto para los personajes que quedan vivos en el universo Ultimate como para los lectores que presenciamos aturdidos esa inefable historia sin sentido llamada Ultimatum. Quizá sea, eso espero, la reacción adecuada a la acción Ultimatum.
Nace un nuevo horizonte con un nuevo sol. Y aquí lo espero, con cierta esperanza y con el rostro del capitán América mirando a Iron man en la última página de este último cómic.

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