lunes, febrero 08, 2010

Perdidos. 6x01


Se nos acaba perdidos. Nos enfrentamos a la última temporada de la, para mí y para muchos, mejor serie de la historia de la televisión. Nos enfrentamos esta vez al último primer capítulo de una temporada. Que por ser la última nos la dan con el doble de duración. Se acaba el ancla de las series, la constante de cualquiera de nosotros que esté leyendo esto. Se acaba, y como el tiempo, no sabemos qué hacer para remediarlo, para impedirlo. Pistoletazo de salida del fin de la serie. Y la bala del pistoletazo, aunque de fogueo, va directa a nosotros.

El tiempo (y no me refiero al atmosférico) es uno de los conceptos abstractos más complejos. Eso de que no tenga inicio ni fin, que no se detenga y que no se sepa cómo ir atrás en él o adelante pero muy rápido no es fácil de entender. No lo entiende cualquiera, quizá Einstein tampoco lo consiguió. Perdidos, ya en su sexta temporada, topa de frente con este concepto que no queda claro para muchas mentes. Perdidos plantea preguntas, cuestiones metafísicas, relacionadas con un tiempo que no entendemos. Va más allá del ¿dónde estamos, cuándo estamos?

Si el tiempo es una línea, ¿hay más líneas temporales? ¿Paralelas o secantes? El tiempo es el puto puño que te golpea una y otra vez cuando fallas en tus decisiones, cuando lo que eliges no es lo adecuado. Jack eligió detonar la bomba y explotó una escotilla y una línea temporal que saltaba de un punto a otro como una bola-loca. Y ha explotado el último suspiro de Juliet, que no es la princesa de Dartacán pero sí de Sawyer.

Jack hizo explotar la bomba e hizo saltar por los aires toda una línea temporal creando otra donde todo parece apagado y vacío, como si no tuviera que estar allí. Se crea una línea que, a priori, parecería mejor pues no se estrella un avión. Pero John Lock está secuestrado en una silla y Charlie está prisionero de la heroína que es peor que estar en una isla perdida pero libre de ataduras. Se crea una nueva línea temporal de solitarios y perdedores. Solos y derrotados, porque ya no tienen una vida por la que luchar ni una esperanza que defender con las manos llenas de pasión.

Quizá la isla es lo mejor que le haya pasado a la mayoría de pasajeros del vuelo 815. Quizá perdidos es la mejor serie que nos haya pasado a nosotros, que tripulamos este jodido y gran viaje. A mí, al menos, se me pone la piel de gallina cuando escucho Previously on Lost.

J.J. Abramhs se ha convertido en el hombre más buscado del mundo, por tener en su mano la única llave del cofre que todos queremos explotar con una bomba para ver qué hay dentro.

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