martes, enero 10, 2006

Morir de amor.

OJO CON ESTE RELATO, PUEDE HERIR LA SENSIBILIDAD DEL LECTOR
NO RECOMENDADO PARA MENORES DE 18 AÑOS


La abracé con fuerza, como si fuera la primera vez, como si soltarla fuese perderla, y no iba a permitir eso, claro que no, era la mujer que amaba y lo más valioso que tenía desde hace dos años. La abracé con tanta fuerza que le chirriaron los dientes.

- Deja que te mire – le dije poniendo mis manos sobre la cara de la chica, con los pulgares en las mejillas. Y mientras le miraba le di un inocente beso en la frente.

- Shhhh... sólo deja que te mire, le dije, poniendo mi dedo índice sobre sus labios, ahogando así una respuesta de la chica.

- Sólo deja que te mire, que pose mis manos en tus caderas de cumbre inalcanzable, sólo deja que acaricie tu vientre, donde nace el arco iris, fuente de los colores más vivos. Ven, acércate que coja tus manos y las bese, porque son las que tocan los acordes más bellos de mi alma.

- Oh, mi amor, sólo quiéreme como yo te quiero. Te quiero como el mar a la luna, porque te reflejas en mi pecho por las noches, porque me atraes hacia ti aunque estés en el infinito. Sólo sé mía, como yo soy sólo tuyo, muere de amor, como muero. Y morimos.

- Y eso fue lo que ocurrió, señor fiscal...
- ¿Tengo pinta de estúpido, señor Escudero? – contestó fríamente el fiscal. ¿La tengo? ¿Acaso cree que no tengo el informe del forense? ¿Se lo leo?
- No ocurrió como dice el fo... – dijo sin poder terminar Felipe Escudero
- Cállese, maldita sea, le voy a decir cómo ocurrió – cortó el fiscal a Felipe, acusado de matar a su propia esposa. La rodeaste con tus brazos con una fuerza desmedida, señor Escudero
La abracé con fuerza, como si fuera la primera vez, como si soltarla fuese perderla
con tanta fuerza que le fracturaste tres costillas.
La abracé con tanta fuerza que le chirriaron los dientes
A continuación la cogiste del cuello con intención de estrangularla, presionando con ambos pulgares su garganta, identificadas las marcas que le dejaste como suyas, señor Escudero
le dijo poniendo sus manos sobre la cara de la chica, con los pulgares en las mejillas
, y mientras la estrangulaba, le dio un cabezazo que impactó en el entrecejo de su esposa
Y mientras le miraba le di un inocente beso en la frente
, como ella no dejaba de gritar, le golpeó repetidas veces en la boca con su puño cerrado, señor Escudero, hasta hacerla callar
Shhhh... sólo deja que te mire, le dije, poniendo mi dedo índice sobre sus labios, ahogando así una respuesta de la chica
, se acercó a por un cuchillo de cocina muy afilado y lo clavó en el vientre de su esposa, con lo que consiguió que se desangrase, brotando la sangre a una velocidad mortal
deja que acaricie tu vientre, donde nace el arco iris, fuente de los colores más vivos
, y no voy a seguir que se me revuelve el estómago sólo de leerlo, y aún tiene trozos de su piel en la boca, de haberle mordido brutalmente las manos.

- Espero que lo amen así en la cárcel, señor Escudero.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ihhhhhhhhhhhh....oooooooooooo... (rebuzno)

Que barbaridad... eso si que es mirar las cosas desde otra perspectiva...

Desde luego no deja impasible...

(Ojos muy abiertos)

Besitos!!!

Birk dijo...

Sí, me he pasado con este relato. Me ha salido muy duro.. pero no me tengas miedo, eh!! jajaja

Anónimo dijo...

Bueno, muy bueno. A mí me ha encantado, de hecho me recuerda con añoranza a esos guiones (hoy recuperados gracias al trabajo exahustivo de CRG) de Dossier Negro y demás revistas de humor negro y género terrorífico ;o).

Birk dijo...

Hey, echaré un vistazo a Dossier Negro, que hasta ahora sólo lo había visto de pasada en el CRG, que por lo que comentas seguro que me gusta.

Saludos! :)